¿Cómo mantener ocupados a los niños durante los vuelos y las escalas?
Viajar en avión con niños puede convertirse rápidamente en un verdadero reto si no se está preparado. Entre la impaciencia, el aburrimiento, el cansancio y la falta de espacio, a los niños a veces les cuesta disfrutar del viaje en avión con tranquilidad, y las escalas tampoco ayudan. Sin embargo, con algunos consejos sencillos y bien pensados, es posible convertir estos momentos en interludios agradables e incluso lúdicos.
Anticiparse para viajar mejor
Incluso antes del día de salida, es esencial pensar en el viaje como una aventura familiar, no como un obstáculo. Una buena preparación ayuda a desactivar los momentos críticos.
Prepara una bolsa de regalos
Una de las mejores maneras de mantener ocupados a los niños durante un vuelo es ofrecerles una «bolsa de golosinas» especialmente preparada. Esta bolsa puede contener :
- Pequeños juegos de mesa magnéticos o juegos de viaje.
- Figuritas o coches pequeños.
- Pegatinas y un cuaderno.
- Libros adecuados a la edad.
- Un libro para colorear con algunos lápices.
El efecto sorpresa hará que cada nuevo objeto resulte aún más atractivo, y el hecho de que los objetos se vayan sacando a cuentagotas mantendrá vivo el interés durante todo el recorrido.

Descargar contenidos por adelantado
Las tabletas y los teléfonos inteligentes pueden ser aliados inestimables, siempre que se utilicen con moderación y de forma selectiva. Antes de tu vuelo, te recomendamos que descargues :
- Dibujos animados y películas apropiados para la edad.
- Audiocuentos o podcasts para niños.
- Aplicaciones educativas y divertidas que funcionan sin conexión.
El objetivo es ofrecer contenidos variados para evitar la fatiga de contenidos.
Aperitivos inteligentes
Las comidas ofrecidas a bordo no siempre se adaptan a los gustos de los pasajeros más jóvenes. Conviene llevar algunos tentempiés tranquilizadores, fáciles de transportar y de comer sin hacer daño: barritas de cereales, compotas en un frasco, pequeñas galletas, frutos secos, etc. Comer también ayuda a pasar el tiempo y a evitar los bajones de energía.
Convierta su escala en un juego o una aventura
Las escalas, a menudo percibidas como una limitación, pueden transformarse en momentos de descubrimiento y relajación con un poco de imaginación.
Explorar el aeropuerto como parque de aventuras
Muchos aeropuertos disponen ahora de zonas infantiles, rincones de lectura e incluso pequeñas áreas de juego. Si el tiempo lo permite, es una buena idea ir a buscarlas, como si se tratara de la búsqueda de un tesoro. También puedes organizar un pequeño juego de observación: encontrar un país en un tablero de salidas, contar el número de aviones que se ven, buscar distintos tipos de uniforme, etc.
Esto convierte la espera en una experiencia divertida y educativa.
Organice un momento tranquilo o una minisiesta
Después de un largo vuelo o entre dos vuelos de conexión, los niños a veces necesitan un momento de descanso. En esos casos, es útil disponer de :
- Una pequeña manta o cojín de viaje.
- Orejeras o tapones para los oídos.
- Una lista de reproducción suave o un cuento para escuchar.
Incluso un descanso de 20 minutos puede levantar el ánimo del niño y permitirle afrontar el resto del viaje con más calma.
Dibujar, escribir o relatar el viaje
Proponga a los niños que creen un diario de viaje: pueden pegar billetes en él, dibujar lo que ven, escribir sus impresiones o relatar sus encuentros. Esto no sólo les mantendrá ocupados durante la escala, sino que también les dará un bonito recuerdo del viaje a la vuelta.
Este cuaderno puede convertirse en un ritual para cada viaje.
Consejos para todas las edades
No existe una receta universal, porque cada edad tiene sus propias necesidades. Aquí tienes algunas sugerencias para cada grupo de edad que te servirán de guía.
Niños pequeños (0-3 años): seguridad y comodidad por encima de todo
Por encima de todo, los bebés y los niños pequeños necesitan seguridad, comodidad y atención constante. Para ellos, piensa en :
- Llévate su peluche, chupete o manta favoritos.
- Lleva suficientes pañales.
- Proporcionar juguetes sensoriales, masticables y manipulativos.
Las rimas, los masajes y los mimos regulares les tranquilizarán. Llevar al bebé en brazos también puede ser muy práctico durante las escalas, para dormirlo o desplazarlo.
Niños en edad preescolar (de 3 a 6 años): actividades variadas
A esta edad, los niños necesitan estar ocupados regularmente, con actividades que cambien cada 15-20 minutos. Puedes preparar :
- Cuentos contados o leídos juntos.
- Juegos de dedos y canciones mímicas.
- Juegos de adivinanzas y de imaginación.
Alternar actividades tranquilas con otras más dinámicas (en función del espacio disponible) es esencial para canalizar su energía.
Niños mayores (a partir de 7 años): autonomía y participación
A partir de los 7 años, los niños son más independientes. Pueden participar en la gestión del viaje:
- Deles un reloj o un horario al que atenerse.
- Pídales que localicen la puerta de embarque.
- Anímales a elegir una actividad para el vuelo.
También saben leer, escribir, jugar a la consola o charlar con otros niños. Aprecian que se confíe en ellos y se les trate como viajeros por derecho propio.
Conclusión
Viajar con niños requiere un poco más de preparación y paciencia, pero puede ser una gran experiencia familiar. Anticipándose a sus necesidades, diversificando las actividades e implicándoles en el viaje, los padres pueden convertir los vuelos y las escalas en momentos de complicidad. El secreto está en la flexibilidad, la escucha y la creatividad: cada niño es único, pero todos aprecian que se les preste atención y se les den puntos de referencia tranquilizadores. El viaje se convierte entonces en un juego... y en un bonito recuerdo.
